lunes, 3 de julio de 2017

Ulloa: “Se jubilarán 100 y no se renovarán 200 contratos”


Crisis, es una palabra que enfatiza el vicerrector Osvaldo Ulloa y ante lo cual comenta las alternativas ante la escasez de recursos. También se refiere al crecimiento vegetativo aseverando que “la universidad no puede crecer más” y dice que los conflictos de los últimos meses, como por ejemplo el último, el de las cargas horarias, se dan mientras se les busca solución y los atribuye a búsquedas de protagonismo.

¿Qué estrategias se tienen ante la crisis económica?
En toda época de crisis hay que ajustarse los pantalones. Estamos reduciendo personal, todas las contrataciones de la anterior gestión están dejándose sin efecto al acabar este año, lo que significará una reducción de 200 personas con la finalidad de bajar las planillas. Eso va a significar una bajada importante.

También hay en proceso un plan de jubilación de unos 100 funcionarios y docentes que han manifestado su deseo de jubilarse. Se está negociando con el Ministerio de Economía los recursos para pagar las indemnizaciones que corresponden. Otras alternativas que vamos a utilizar son los sistemas de ciclo común, en que se darán materias multigrupos, en que estudiantes de distintas carreras con materias en común puedan integrar los mismos grupos.

¿Cómo asumen la serie de conflictos que enfrentó la ‘U’ en los últimos meses?
Ninguna de las demandas ameritaba una movilización. Lo único que hicieron fue perjudicar las clases; todo estaba dirigido a calentar el ambiente electoral con miras al Congreso Universitario. No es posible que por el pedido de limpieza de baños de una facultad se perjudique a toda una comunidad de 100.000 estudiantes. Es cuestión de ubicarlo todo en el contexto, nunca nos hemos negado a atender las demandas, por ejemplo, muchos de los baños estaba a cargo de las facultades y es lógico que a comienzo de año haya problemas en las licitaciones y eso provoque un retraso.

Un proceso de licitación dura como mínimo 60 días y se puede ampliar. Eso fue lo que ocurrió, pese a que con personal de emergencia atendimos la limpieza.

¿Quiénes son los que buscan protagonismo?
Los que tienen afán de postularse con miras al proceso electoral son los que están buscando ese protagonismo y lo hacen en temas que están en proceso de darle solución. Por ejemplo, en el tema del comedor, se armó el conflicto dos días antes de la apertura que estaba anunciada y pese a eso hubo una toma con un afán netamente político.

¿Hay un déficit de 1.400 horas en la carga horaria como aseguran dirigentes estudiantiles?
Siempre ha habido un déficit de la carga horaria, pero lo provocan las propias facultades, que, en el afán de seguir creciendo, reciben más cantidad de alumnos y sigue creciendo su carga horaria. Es comprensible porque nuestra universidad tiene un crecimiento vegetativo de un 30% en los últimos 10 años. Si bien esto muestra el compromiso con la población de incorporar a más estudiantes, pero hay que hacer ajustes.

¿Y qué ajustes se van a hacer?
En este momento en el tema de las cargas horarias hay un techo presupuestario para 305.000 horas, con eso se paga a docentes, autoridades y jefes de laboratorios que están en la parte docente. En la administrativa es otro componente. Hablar de la carga horaria significa que todos los años, de acuerdo a la disponibilidad presupuestaria, hacemos una distribución por instrucción del Ilustre Consejo Universitario (ICU) y hasta el momento no hemos distribuido una sola hora para esta gestión; eso está en proceso de discusión y, en pleno proceso con los miembros de las facultades, que son estudiantes y docentes, sacan este conflicto.

Usted atribuye el crecimiento vegetativo a las facultades, ¿eso no lo pueden normar?
Lo estamos regulando, la universidad no puede crecer infinitamente, está en su máxima expresión, 103.000 estudiantes. La universidad no puede crecer más, no hay infraestructura, tampoco contamos con recursos para seguir haciendo obras, por la crisis que afecta al Gobierno a escala nacional, departamental y municipal; estamos sufriendo una crisis económica y por lo tanto hay que buscar alternativas.

En lo académico estamos lanzando programas de educación virtual, para lo cual no necesitamos aulas, pero sí docentes. Tenemos una prueba piloto y es posible que lancemos de manera experimental tres carreras en este segundo semestre de 2017.

¿Hay aulas con más de 150 alumnos como dicen los estudiantes?
Falso. Nosotros tenemos proceso de inscripción y resulta que hay facultades que de manera dirigida permiten la saturación de inscripción en grupos con profesores no tan estrictos y dejan grupos paralelos casi vacíos, y hay alumnos a los que no les importa ir a un grupo donde hay más de 100 en lugar de optar por el otro.

¿Y eso ha sido observado por el Rectorado y Vicerrectorado?
Sí, se lo hemos observado a las facultades, es más, tenemos un cronograma de reuniones con ellas para mostrar las irregularidades que se están presentando y, a la vez, plantear las soluciones.

Que haya grupos de 150 alumnos es falso; si se hace una verdadera distribución, no tendría que haber esos problemas. También hay que considerar que la inasistencia promedio de un curso es de un 30%, así que si se tiene un grupo de 100, es imposible que todos asistan, esa situación es falsa, es una exageración que busca maliciosamente provocar malestar en la universidad mostrando una situación que no existe.

Por eso estamos convocando reuniones a las facultades para analizar la situación de manera técnica y mostrar la realidad.

¿Qué se espera del Congreso Universitario?
Esperamos que sea un congreso académico, no político, porque lo principal que se debe buscar son soluciones a la calidad, excelencia y normativa para regular a docentes y estudiantes.

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